El trabajo que se presenta se corresponde con una fotografía que se envía al concurso VIII CERTAMEN DE FOTOGRAFÍA “MULLERES”.
La fotografía:
1) desde el punto de vista técnico es un fotomontaje digital, formado por dos imágenes. Una de ellas corresponde a una figura humana y ha sido obtenida mediante técnica fotográfica convencional. La otra se presenta como fondo y ha sido obtenida con una cámara digital adaptada a un microscopio. Se trata de una sección de tejido vegetal teñida con un colorante fluorescente del espectro del rojo. Para conseguir evitar la sensación de que ambas imágenes están simplemente superpuestas, los dos elementos han sido tratados digitalmente. Así, el fondo ha recibido un primer tratamiento de estilización, para contrastar forma y color, y un segundo tratamiento para mejorar la iluminación. Por otra parte, la figura ha sido sometida a un tratamiento para eliminar el ruido que poseía la imagen fotográfica original. Además, se le ha añadido luz de una tonalidad similar a la del fondo, en las zonas más claras, para favorecer la integración.
2) desde el punto de vista artístico, se propone a consideración del espectador el contraste de color y forma entre la figura y el fondo. Mientras que la imagen de la persona es un elemento totalmente figurativo, el fondo, por sus características tanto formales como técnicas, se podría definir como abstracto. Desde un punto de vista formal, las imágenes se han combinado espacialmente de manera que ambas aparezcan equilibradas desde el punto de vista de la composición. En lo que respecta al color, todo el conjunto está en una gama de rojos y negros que ofrecen al espectador una combinación llamativa debida al tono y al contraste.
3) desde el punto de vista conceptual, de acuerdo con las bases del concurso, que tiene como tema “Mujeres y Migraciones”, se presenta una composición formada por una figura femenina que se puede identificar fácilmente como posible representante del colectivo de inmigrantes marroquíes en España, y de forma concreta en Murcia. En contraste, el fondo es un claro exponente de los avances técnicos y científicos del mundo actual. Esta obra se encuadra plenamente en el proyecto que planteo, cuyo objetivo primordial, tal como consta en el apartado correspondiente es la investigación de las dimensiones biológica, social, psicológica y espiritual del hombre postbiológico.
La dimensión biológica queda reflejada en el contraste que se plantea en la obra fotográfica, mediante las técnicas microscópicas más avanzadas para la observación de la materia viva, en el plano tecnológico, y el carácter de escasa formación científica y cultural de aquellas personas que viven con escasos medios. Se puede apreciar una segunda lectura; la evolución del Hombre siempre ha consistido en un mecanismo o una máquina biológica cuyo principal objetivo ha sido la adaptación al medio, o en otras palabras, la mejora de los sistemas para unas mayores probabilidades de supervivencia. En contraste, la figura migra buscando también unas mayores probabilidades de supervivencia o a otro nivel, un mejor nivel de vida.
La dimensión social queda patente a través de la figura de una mujer marroquí, que podríamos considerar perteneciente a un colectivo social poco favorecido. Esta dimensión se ve reforzada por la significación social que se propone con la imagen de fondo, debido a que ésta supone unos importantes medios económicos, que permiten el desarrollo de ciencia y cultura de alto nivel.
La dimensión psicológica queda plasmada en esta obra mediante la motivación que, por definición, lleva interiorizada el símbolo del inmigrante. Así, una persona que migra hacia otras tierras o países viaja con la intención de mejorar; realiza ese viaje para conseguir trabajo o mejorar sus condiciones en un lugar mejor, ganar más dinero y poder mandarlo a la familia o incluso poder trasladar a parte de sus más allegados a este nuevo destino. Es ésa búsqueda de la felicidad lo que, en paralelo, se busca como fin último en la ciencia. La búsqueda del conocimiento y los desarrollos científicos que luego se aplican a la vida, en definitiva, es otra búsqueda de felicidad ya sea por bienestar o placer intelectual (satisfacción de inquietudes).
Por último, en la dimensión espiritual está, quizá, la mayor de conexiones conceptuales ya que a este nivel, ciencia y religión islámica, siempre han parecido estar en contraposición, nada más lejos de la realidad, pues fue la cultura islámica la que, por ejemplo, sirvió de cuna para las ciencias emergentes en la España mozárabe. Esta visión equivocada de una religión musulmana en una posición contraria a la ciencia, se ha visto apoyada por el sector más fanática de ésta en base a que el conocimiento profano corrompía la fe al explicar de manera científica y natural ciertos elementos anteriormente atribuidos a Alá.
En el núcleo de la disputa subyace una cuestión fundamental: la ciencia constituye una actividad profana, y es imposible que sea de otro modo. El carácter profano de la ciencia no significa que ésta rechace necesariamente la existencia de Alá, pero sí significa que la validación de las verdades científicas no depende de ninguna forma de autoridad espiritual; para los científicos, la observación, la experimentación y la lógica son los únicos árbitros que deciden lo que es verdadero o lo que es falso, desde una perspectiva objetiva y científica; en otras palabras, los hombres que se dedican a la ciencia, los científicos, son libres de creer en lo que quieran pero la ciencia no reconoce otras leyes más que las suyas propias. Como ejemplo de que las dos fuentes principales de legitimidad del Islam (El Corán y los hadices) apoyan la compatibilidad de la ciencia con el islamismo, se enumeran unas citas más que suficientes y explícitas:
“Con ella hace que crezcan para vosotros cereales, aceitunas, palmeras, vides y todo tipo de frutos; es cierto que en eso hay un signo para que la gente reflexione” (azora 16, aleya 11).
“Y ha puesto para vuestro servicio la noche y el día, el sol y la luna, así como las estrellas están sometidas por Su mandato; es cierto que en ello hay signos para gente que razona” (azora 16, aleya 12).
“Y todo lo que para vosotros ha producido en la tierra con distintos colores; verdaderamente en ello hay un signo para la gente que recapacita” (azora, 16, aleya 13).
“Esas son las semblanzas con las que llamamos la atención de los hombres, pero sólo los que saben las comprenden” (azora 29, aleya 43).
“¿Son iguales los que no actúan y los que sí actúan? Solo recapacitarán los que saben reconocer lo esencial” (azora 39, aleya 9).
Estas citas coránicas en las que se anima a pensar, a reflexionar y a razonar sobre las cosas de la vida y de la naturaleza, se completan con el sentido de varios hadices que son citados por los científicos musulmanes como prueba de que la Tradición también recoge un aliento al saber y a la investigación:
“Buscad la ciencia, incluso en China”.
“La tinta del Sabio es más sagrada que la sangre del mártir”.
“El que abandona su hogar para dedicarse a la ciencia, sigue la voz de Alláh”.
Y es la figura que representa la migración, símbolo de la búsqueda de una mejor vida, la que recorre los hallazgos de los descubrimientos de la Ciencia en un camino difícil pero necesario, para descubrir que, a varios niveles, los más desfavorecidos están relacionados con la Ciencia. Ambos buscan un mundo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario