Un puñado de autores (V). Jeff Jones o Jeffrey Catherine Jones

Jeff Jones nació el 10 de enero de 1944, en Atlanta, Georgia. Aunque en un principio quería ser científico, terminó cambiando de idea y en el invierno de 1967 se desplazó a vivir a New York, con su esposa – la actual mujer de Walter Simonson, Louise Simonson - e hija, para buscar trabajo como dibujante de historietas.
Jones consiguió trabajos que apenas le daban dinero para mantener a su familia. Por aquella época los editores de libros buscaban a artistas que tuvieran un estilo similar al del artista “Hot”del momento, Frank Frazetta, y aunque Jeff Jones disponía de un espectro más amplio que Frazetta, su semejanza de estilo llevo a este a encargarse en 1968 de ilustrar las portadas de multitud de libros.
La producción artística de Jeff Jones es harto prolífica: se mueve desde los cómics y la ilustración de portadas a la pintura y escultura, entre otras. Es su faceta pictórica la de mayor producción y también la más recopilada y conocida.
La obra pictórica de Jeffrey Jones se podría considerar intimista e introspectiva: figuras solitarias y reflexivas, inmersas en el paisaje que las rodea; a veces tienen como única compañía algún animal salvaje. Rara vez hay lucha o conflicto. Sus figuras femeninas recuerdan a Klimt y a la tradición prerrafaelista que tanto gustaba a ilustradores de su época como Barry Windsor Smith.
Los colores fríos junto a los cálidos, los claros con los oscuros, están en perfecto equilibrio. Y por supuesto esa luz tan limpia, esa piel de tantos tonos, esas pinceladas quebradas…a eso se le llama magia. Y fuerza, mucha fuerza.
A mediados de los 90, Jeff Jones decide cambiar de sexo pasando a llamarse Jeffrey Catherine Jones. Sigue viviendo en Woodstock, lugar en el que se ha mantenido en activo hasta el año 2002, año en el cual sufre una terrible crisis que le lleva a perder todos sus bienes y ser ingresada en un psiquiátrico. Para poder sufragar las perdidas y los gastos, Jones pone a la venta, y a precios irrisorios, una gran cantidad de su material, desde apuntes hasta sus óleos más famosos, pasando por ilustraciones a tinta y páginas de cómics.
Actualmente intenta volver a producir obra.


Para este texto he usado extractos de los artículos de Nectarina y Fhnavarro. No dejéis de visitar los blogs.
Si hay algo que quiero destacar de Jeff en cuanto a técnica es la riqueza que tiene un centímetro de piel pintada por él. Es un pintor de matices, de contrastes, de desequilibrios, pero no por ello se quiebra su obra. Mantiene un aura de silencio y soledad increíble. Y en otras obras sin embargo, con pocas pinceladas crea un gesto, una expresión, un alma. Creo que a pesar de su estado psíquico posee una gran disciplina, ya que ese desequilibrio no queda tan patente en técnica como en otros autores (Van Gogh, Munch).